¿Para qué sirven las almohadillas de los gatos?
Tal y como pasa con otros animales, el pelaje de los gatos les impide sudar y bajar su temperatura. Así que casi todas las partes sin pelo suelen contener glándulas sudoríparas. Esto se ve claramente cuando el gato pisa un suelo mojado y deja sus huellas de forma nítida.
Cualquier sudor de un gato emana un olor específico, que le sirve para marcar mínimamente el territorio. Éste suele ser el primer resorte que detecta un gato cuando hay cerca otro extraño, y su mayor garantía de seguridad cuando en su perímetro todo el marcado es conocido.
Además, los gatos suelen saltar, escalar, correr…por cualquier lugar, con cualquier temperatura y en cualquier tipo de superficie. Las almohadillas carpianas les permiten hacerlo sin sufrir dolor, con mayor resistencia a las temperaturas y con menos desgaste físico.
Los gatos, en cada pata delantera, tienen cinco dedos con sus correspondientes almohadillas. En las patas traseras tienen cuatro dedos, y las almohadillas suelen ser más prominentes.
Color de las almohadillas de los gatos
Aunque la mayoría de las personas piensan que las almohadillas de los gatos son color rosado, la realidad es que pueden ser de diferentes colores. Incluso un gato puede tener varios colores en las almohadillas.
Habitualmente, las almohadillas carpianas son del mismo color del pelaje, pero también es cierto que abundan los gatos con manchas en toda la extensión de sus extremidades inferiores.
Almohadillas y el sentido del tacto
A través de las almohadillas los gatos pueden sentir temperaturas, pulsaciones, vibraciones…ya que son realmente sensibles. Por este motivo, son de las principales armas de los mininos para cazar.
Con este sentido del tacto, el gato puede darse cuenta si está sobre suelo, cemento, tierra, campo, matojos y adaptarse al terreno. Con el paso del tiempo, las almohadillas pueden alcanzar más grosor y perder sensibilidad.
Almohadillas de los gatos agrietadas
Lo habitual es que un gato callejero tenga las almohadillas más agrietadas y gastadas que un gato casero, básicamente por la fricción con el terreno. Sin embargo, es posible que comencemos a ver grietas profundas y secas, que a veces son dolorosas por diversas causas:
- Por caminar por la nieve o por el agua. Con la humedad, la piel se vuelve mucho más frágil y es propensa a tener pequeñas grietas.
- Por falta de hidratación. Cuando la glándula sudorípara de su pata no tiene humedad natural, empieza a secarse y agrietarse. También pueden aparecer callos.
- Por pisar suelos limpiados con lejía y productos abrasivos. Además se corre el riesgo que al lavarse se intoxique. Lo mejor es limpiar con abundante agua y aplicar una solución hidrante natural contra la sequedad.
- Por mala dieta carente de las suficientes vitaminas y minerales como el zinc. Esto además tendrá repercusión en su pelaje y en la piel.
Almohadillas de los gatos heridas
Los gatos suelen herirse en las almohadillas cuando andan por zonas muy complejas, pisando cristales, superficies muy calientes, porque tienen las uñas muy largas y curvadas…
Lo mejor en estos casos es limpiar la almohadilla con agua, hasta conseguir ver la herida. Si hubiese algún trozo de cristal, espina…deberíamos retirarlo y desinfectar la herida con agua oxigenada.
En caso de que el gato tuviese problemas para andar, tuviese quemadura en las almohadillas, habría que vendarle la pata. Si no es así, con realizarle un par de curas al día, será suficiente, terminando por aplicar un poco de aloe vera o aceite de oliva sobre la quemadura.
Almohadillas de gato hinchadas
Sucede por la enfermedad llamada pododermatitis plasmocitaria, que hincha la almohadilla carpiana y convierte la plantilla en algo blando y esponjoso.
Es una enfermedad rara, con solución a largo plazo, que suele requerir corticoides para bajar la inflamación.